Cobijo y Entorno
Las ovejas se guardan en majadas en prados, rediles o en establos. En lugares fríos las ovejas pueden necesitar cobijo si acaban de ser esquiladas o han tenido crías recientemente. Los corderos recién esquilados son especialmente susceptibles al clima ventoso o húmedo y pueden perecer muy rápidamente al aire libre. La lana de la oveja debe estar seca desde uno o dos días antes a su esquilado para que se la pueda prensar y para proteger la salud de los esquiladores.
Las ovejas, sobre todo las que se tienen a cubierto, son vacunadas cuando son corderitos recién nacidos. Los corderos reciben sus primeros anticuerpos a través del calostro de sus madres durante las primeras horas de vida, más tarde por medio de la vacunación cada seis semanas durante tres meses y, por último, con vacunas de recuerdo cada seis meses.
El destete es un acto crucial en la vida del cordero, por ser el momento en el que pueden surgir más problemas que en ninguna otra etapa de la vida de la oveja. Los animales a esta edad precisan de una observación cuidadosa de su salud en general, detectando cualquier cría que sea débil, que tenga la piel pálida o que no siga la evolución de la manada. Las crías son muy susceptibles al gusano mortal de Barbers Pole (Haemonchus contortus), a la Myiasis, al morro costroso, la dermatitis micótica, a veces también a la neumonía, a las fluctuaciones del amamantamiento, etc.
Los ganaderos se asesoran por nutricionistas y veterinarios para preservar a las ovejas de las enfermedades y para tratar cualquier problema de salud del animal. Los corderos pueden ser castrados y sus rabos recortados para facilitar el esquilado y la higiene, así como para ayudarles a protegerse de la Myiasis
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